Beloved siblings in Christ in Baltimore Presbytery,
By now you have probably heard about the recent political unrest and protests in Cuba. These protests and demonstrations stem from the desperation and exasperation of the Cuban people who have suffered greatly during this pandemic, and due to the lack of basic necessities such as food and medical supplies. As partners with El Centro Presbytery in Cuba, the Presbytery of Baltimore stands in solidarity with our Presbyterian siblings in Cuba, as well as those who cry out for justice and for mercy. God calls us to help those who suffer, to be advocates for justice, and be instruments of peace.
Therefore we lift our hearts to the Lord, to the lover of justice and equity:
“O Lord, God of life, as you care for all creation, give us your peace!
— Vida en la tierra,
May our security come not from weapons, but from respect;
may our strength come not from violence, but from love;
may our wealth come not from money, but from sharing;
may our path be one not of ambition, but of justice;
may our victory not be one of revenge, but of forgiveness.
Unarmed and confident, help us to defend the dignity of all creation,
sharing, today and always, the bread of solidarity and peace.
Through Jesus Christ, your divine Son, our brother,
who, made victim from our violence, from high on the cross,
offered forgiveness to all.”
Amen.
Latin American Alliance of Presbyterian and Reformed Churches (AIPRAL) 2006
[included in the Book of Common Worship, 2018]
To our beloved Cuban siblings,
We want to let you know that our hearts and prayers are with you, and despite the distance, we walk arm-in-arm with you. You have been incredible models of faith and hope during these challenging times. Please know that we continue to hold you in our prayers, crying out to God for justice, yearning for what is right, and longing for the Holy Spirit’s reconciling work in this world. May we all be comforted by the words of the psalmist, “God is our refuge and strength, a very present help in trouble.” [Psalm 46:1 NRSV] Thanks be to God. Amen.
– Cuba Partnership, Commission on Reconciliation
Baltimore Presbytery
Queridos hermanas y hermanos en Cristo del Presbiterio de Baltimore,
A estas alturas se han enterado de los disturbios políticos y protestas en Cuba. Estas protestas y manifestaciones se derivan de la desesperación y exasperación del pueblo cubano que ha sufrido mucho durante esta pandemia y debido a la falta de necesidades básicas como alimentos e insumos médicos. Como hermanas y hermanos del Presbiterio del Centro en Cuba, el Presbiterio de Baltimore se solidariza con nuestros hermanas y hermanos presbiterianos en Cuba, así como con aquellos que claman por la justicia y la misericordia de nuestro Señor. Dios nos llama a ayudar a los que sufren, a ser defensores de la justicia y a ser instrumentos de la paz.
Por lo tanto alzamos nuestros corazones al Señor, al amante de la justicia y la equidad:
Oh, Señor, Dios de Vida,
– Red Crearte, a liturgical network of Latin American Christians
que cuidas de toda la creación, ¡danos la paz!
Que nuestra seguridad no provenga de las armas sino del respeto;
que nuestra fuerza no sea la violencia sino el amor;
que nuestra riqueza no sea el dinero sino el compartir;
que nuestro camino no sea la ambición sino la justicia;
que nuestra victoria no sea la venganza sino el perdón.
Desarmados y confiados,
queremos defender la dignidad de toda la creación,
compartiendo, hoy y siempre, el pan de la solidaridad y de la paz.
Por Jesucristo, tu divino Hijo, nuestro hermano,
que, hecho víctima de nuestra violencia, desde lo alto de la cruz,
dio a todos tu perdón.
Amén.
[included in the Book of Common Worship, 2018]
Queridos hermanas y hermanos cubanos,
Deseamos que ustedes sepan que nuestros corazones y oraciones están con ustedes, y a pesar de la distancia, caminamos de brazo en brazo. Ustedes han sido modelos increíbles de fe y esperanza durante estos tiempos desafiantes. Por favor, sepan que continuamos sosteniéndolos en nuestras oraciones, clamamos a Dios la justicia, anhelando lo que es correcto, y suplicamos la obra reconciliadora del Espíritu Santo en este mundo. Que seamos consolados por las palabras del salmista, “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” [Salmos 46:1, NBLA] Te alabamos, O Señor.
– Hermanamiento entre el Centro y Baltimore, Comisión de Reconciliación
Presbiterio de Baltimore